Crusing en Centro Comercial CDMX
- Jose_31 años_CDMX
- 9 sept
- 2 Min. de lectura
SlutCelebration – Relato 02
Cruising en Parque Delta
Estaba caliente en mi casa y me acordé de aquel chavo guapo que me llevó el año pasado al cruising en Parque Delta. No lo pensé mucho y fui directo a ver qué encontraba. Al abrir la puerta del baño escuché cómo todos se acomodaban para disimular. Tres hombres estaban frente a los mingitorios, fingiendo mear. Uno se salió de inmediato, y yo ocupé su lugar.
En el único cubículo había otro, asomándose por los costados de la puerta, espiando lo que pasaba. De repente, el de junto se hizo para atrás y me enseñó su verga: enorme y gruesa. No me importó que hubiera más mirones. Me agaché y empecé a chupársela. Sentí cómo se iba poniendo cada vez más dura, llenándome la garganta. La escupí, la volví a meter y dejé que resbalara con mi saliva.
Él me jaló de golpe, me volteó contra la pared y me abrió el culo. Se escupió en la verga y me la metió entera de un empujón. Al principio pensé que dolería, pero lo único que hizo fue prenderme más. Su verga gruesa me abría de golpe, llenándome por completo, y yo sentía cómo mi culo se iba entregando con cada embestida.
Uno de los que miraba se acercó, se sacó la verga y me la puso en la boca. No podía gemir, estaba ocupado tragando mientras el otro me cogía con fuerza. El de enfrente me empujaba la cabeza para que no dejara nada afuera, y la verga me escurría saliva por todos lados. Brillaba con cada entrada y salida.
Mientras tanto, yo le tomé la mano al que me estaba cogiendo para darle a entender que quería más. Primero jugó con su verga y un dedo, después con dos, después tres. Yo me abría cada vez más fácil, todavía caliente y dilatado de la cogida. Entonces me sacó la verga de golpe, se escupió en la mano y me dobló contra la pared. Me metió los dedos en la boca para empaparlos de saliva y después bajó la mano. Me miraba fijo mientras poco a poco me fue metiendo el puño completo.
Yo gemía, la cara transformada en puro placer, y verlo mirándome así solo me encendía más. Me sacó el puño, me giró para que se la chupara y le dijo al otro:
—Métesela.
El otro se acercó y me la metió de lleno por el culo mientras el primero me ahogaba con su verga. No paraban. Sentí cómo el que me cogía empezó a gemir fuerte, y enseguida me llenó con toda su leche caliente. El otro lo notó, me jaló de la cabeza y empezó a cogerme la boca sin soltar hasta que explotó en mi garganta.
Yo ya no podía más: con la verga en el culo, la boca llena de leche y todo escurriéndome, exploté también, me vine a chorros, sin poder parar.


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